lunes, 19 de marzo de 2012

Una tarde de domingo como cualquier otra

Ahora que todo el rollo de música, cine, series y demás lo pongo en Estoybailando.com, va siendo hora de retomar el blog como lo que nunca debió dejar de ser: un blog personal.

Ayer me reencontré con Tony Tornado y con Dan, a los que hacía eones que no veía. A Tony lo vi por última vez el año pasado cuando pasó unos días en mi casa en verano y me hizo un Ylenia, y a Dan... creo que en el concierto de Lady Gaga. ¡LADY GAGA!

Total, que queríamos ir a tomar algo pero claro, domingo por la tarde en Barcelona... pues un capítulo de The Walking Dead. Los metí en Arena. Con dos cojones. 
Aquello no podía ser más lamentable. No había nadie. Y entre los pocos que había se contaban a la Banda del Patio (cuatro adolescentes: la mariliendre, el mariquín de nueve años que estaba tan emocionado que hasta llevaba pulseritas fluorescentes, el mariquín de diez años más largo que un día sin pan y el feo consciente de ello que no sabía qué hacía allí pero que ni se quitó la chaqueta) y unos daneses octogenarios con pinta de supervivientes del Costa Concordia.

Sí. Ése nivel.

Luego estaba el tío bueno (que debía tener 18 años, pero nos daba igual), con un amigo y una chica.

La tarde-noche transcurrió entre lo lamentable y lo más lamentable aún, con nosotros emborrachándonos a velocidad de crucero; pidiéndole a la chica que iba con el buenorro que nos hiciera una foto y descubrir que el buenorro no era gay, que era su novio. Los daneses se lanzaron a por Dan y creo que uno se lanzó a por mí pero yo no me enteré. Luego estaba la mari-bakala flipándose cada vez que ponían una canción, y como público absorto los camareros, a los que presupongo que Arena les paga un plus para cubrir la terapia que necesitarán para superarlo.

De las pocas cosas que recuerdo está la conversación mientras echábamos un piti con el hetero y su novia, explicándoles las bondades del disfrute masculino anal: "Tú sobretodo relajado y sin miedo, ella que se ponga lubricante en el dedo y p'adentro. Que no sabes lo que tienes ahí detrás." y el DRAMA de los mensajes.
Y lo pongo así, en mayúsculas.

Me llegaron 3 mensajes. Uno decía que si estaba muy bueno y si quería rollete. No conseguí localizar al número que lo había mandado así que nada. Otro ponía lo mismo, y resultó que el que lo había mandado ¡era el hetero! Él lo negó, por supuesto, y la novia o lo que fuera (que se emocionó y nos apuntó los nombres para agregarnos al Facebook, yo fui más listo y sólo me apunté el del novio -y no sé cómo lo hice para no equivocarme porque veía triple-) decía que él no había sido porque ésa no era su letra. Cariño, teníamos las pupilas en dilatación máxima y no éramos capaces de vernos a nosotros mismos ¿y reconociste la letra? ¡JA!

Pero lo más inquietante fue un mensaje en el que se leía: NO.

Nos indignamos todos y tratamos de encontrar al que lo había mandado pero no había manera. Al rato, mientras en plena borrachera me dio por cambiarme las cosas de los bolsillos descubrí ¡otro mensaje! No sé de dónde salió, pero ponía: "Estás para mojar. ¿Quieres?" y lo firmaba ¡YO! Era imposible. Entendí que alguien se había equivocado y en vez de su número había puesto el mío. Así que fui a los de los mensajes y (recordemos, borracho como una cuba) empecé a decirles que quería poner una reclamación porque estaban mal. 

Ellos, evidentemente, me despreciaron por borracha.

Hoy, mientras sacaba cosas de los bolsillos, he entendido lo que sucedió.
Resulta que el mensaje firmado por mí era uno que alguien había mandado al ser andante número 173 suplantando mi identidad y éste fue el que contestó con el NO. Y además de contestar introdujo en el mismo sobre la nota que, supuestamente, le había mandado yo.

Es indignante que la gente se haga pasar por uno. Sobretodo si lo hacen para hundirte en la miseria sentimental.

En otro orden de cosas, eché mucho de menos Bercode que como todo el mundo sabe está de gira por Rusia. Ahora está haciendo unos números acrobáticos por San Petersburgo, rozando el límite de la civilización conocida. No veo el día en que se le pase el complejo de Willy Fog y vuelva a Barcelona.

Ah, consejo de amiga: si tienes una Xbox y quieres ir al gimnasio pero te da pereza, cómprate un Kinect y un par de juegos de baile o fitness. Funcionan. 

En verano cuando me haga las fotos del posado en la playa me darás la razón, amiga.