jueves, 26 de enero de 2012

K25

Kylie ha decidido celebrar sus 25 años (en la música, evidentemente) volviéndose sinfónica. Que es algo que está muy de moda últimamente (el último referente que recuerdo, la reciente gira de George Michael que, para variar, me perdí).

Así a priori daba mucha pereza. Salvo algún baladón tipo Chocolate o Lovin' Days (que ya son medio orquestales) no se me ocurría cómo podía quedar un Can't Get You Out of my Head o un Come Into My World con una orquesta de fondo.
Y, sobretodo, ahí me véis a mí rezando para que no se sacara de la manga un orchestra album con cuatro violines y un saxo haciendo versiones cabareteras como ya hizo en la gira de Les Folies (gira que, por cierto, vi en DVD y me pareció bastante espantosa.

Pero ¿no va la enana y me sorprende?

Para comenzar a calentar motores ha presentado el primer tema reinventado. No lo ha elegido al azar. Es uno de los singles que peor le han funcionado en Australia (y si algo no le funciona allí YA VAMOS MAL). Además es una de mis canciones favoritas de Kylie.

Finer feelings, que ya era un mid-tempo sin mucha brillantez (pero que, como ya os digo, a mí me encantaba) se transforma en una balada épica a lo Hollywood, con una orquestación totalmente sorprendente y algún toque sublime (como la entrada de la batería o la percusión del middle eight) que recuerda (por el tono que adopta el tema, que pasa de ser una canción agridulce a un drama musicalizado) a HURTS (como bien ha apuntado @_TonyTornado vía Twitter).

Y encima en el vídeo ella no puede salir más guapa ni cantarla mejor.

A ver qué más nos tiene preparado la madre hermanísima de Dannii. Que si se monta una buena gira y un buen blu-ray puede que vuelva a dar la campanada.

Ay Madonna, cuánto tienes que aprender.


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